Te veo a oscuras en el décimo piso de un lugar ajeno, en un país ajeno. Ni mi casa ni la tuya. Y en realidad la de nadie. Si me preguntases cómo he llegado a este momento no sabría responderte. Quizás me quedaría en blanco y pediría el comodín de la llamada. Pero no me lo preguntas y aquí estamos. Tú y yo. Mano a mano.
Me pasaría más horas hablando contigo de las que hace que te conozco. Pero da igual, dicen que mañana nada de esto habrá pasado.
Ahora me acuerdo. No sé tu nombre. Y no, mientras estés delante no es necesario.
Me pasaría más horas hablando contigo de las que hace que te conozco. Pero da igual, dicen que mañana nada de esto habrá pasado.
Ahora me acuerdo. No sé tu nombre. Y no, mientras estés delante no es necesario.
Je.
ResponderEliminarJe.
Je.