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Chaos.

Necesito que se acaben los exámenes, necesito sol. Necesito que mi única preocupación resida en cómo combinar mi ropa. Una semana más y me vuelvo loca. Para muestra un dedal:

Dicen que si una mariposa (lo siento Alba, era necesario) bate las alas en Nueva York se produce un tornado en Tokio. Es decir, que el que estés sentado ante el ordenador ahora mismo quizás lleve a que te tires a Bin Laden el jueves. Por ejemplo. Desde el momento en el que te encuentras se extienden millones de ramas posibles, quizás infinitas, y en cada movimiento que haces desaparecen miles.
Una vez me puse a pensar en todo lo vivido. En si cambiaría algo de lo que hice, o si ciertas cosas de mi pasado podían haber sido de otra forma. Luego pensé que si me colocase ante cada una de las decisiones que he tomado en mi vida, sin saber las consecuencias, volvería a elegir lo mismo. Entonces, mirando en retrospectiva, podría decir que existe el destino. Se podría afirmar que no hay ramas que caigan ni tampoco libertad.
Lo único que nos salvaría sería el contexto. Si realmente hubiese algún elemento aleatorio que cambiase las situaciones a las que nos enfrentamos podría haber ramas y teoría del caos. Lo que no tengo tan claro es la libertad. Si estoy segura de que volvería a tomar las mismas decisiones una y otra vez, ¿Quién me asegura que estoy siendo libre al poner este punto final?

Comentarios

  1. "Luego pensé que SI ME COLOCASE ante cada una de las decisiones que he tomado en mi vida..."

    Acabo de sentirme tonta riéndome yo sola xDDD

    Me guusta :)

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  2. Tu siempre con lo mismo, ce xDD

    María, me estas diciendo con esta actualizacion que perdí dos horas de mi vida hablando sobre esto el otro dia?? Dios, por tu culpa he perdido miles de relaciones en potencia

    o fracasos amorosos, depende de como se mire ;)

    Todo por nuestro plan de futuro xD

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  3. Me pone nervioso pensar en ese tipo de cosas...
    Es como cuando pienso en la extensión del universo, y en donde se acaba, y en qué significa ser infinito... se me ponen los pelos como escarpias >_<

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  4. Jajaja, me ha encantado lo de Bin Laden. Me consuela encontrar a alguien que aún no ha acabado, porque me desquicia ver cómo todo el mundo lleva una semana en casa sin hacer nada.

    Mucha suerte para lo que te queda, Maripí. Que sé que el de mañana en feo y muy, muy antiguo y poderoso. Mitología... ¡Ugh!

    (Y sí, lo de mi blog era en serio. ¡Qué ilusión! :D)

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Salamanca,

que enhechiza a voluntad de volver a ella a todos los que de la "apacibilidad" de su vivienda han gustado. Ayer me volvieron a liar. El típico plan de "cerveceo de tranquis" que se desmadra y que acaba siendo "cachis en el pani". Ahora ando entre maletas y planteandome hasta que punto es necesario llevarme el portátil. De todas formas este no es el caso. Hace tres años que vivo, sobrevivo (si se tiene en cuenta el frío) en esta ciudad cuya tradición universitaria tiene más años que tú, yo y el apuntador juntos. Cuando yo termine la carrera todo seguirá igual que cuando empecé, ya que si hace 40 años ya estaba así (de ello da fe mi padre), dentro de 40, exceptuando el nombre de algunos bares, todo seguirá igual. La gente seguirá considerándose avanzada a su época, vestirá moderno, irá a bares con música moderna, se agobiará antes de exámenes, y se encerrará en las bibliotecas, se enamorará y se desenamorará, se emborrachará y saldrá los martes, los jueves,

En este bar.

Me miró sin verme y se mojó los labios. Lentamente. La mujer del bolso azul se encontraba allí, como cada noche. Tenía un Martini intacto delante, nunca lo empezaba. A quien se interesase por ella le contaría que le encantaba ese cóctel, con su aceituna, que siempre había imaginado cómo sabía y que no lo probaba por miedo a que le decepcionase. - Así sabe mejor. Te diría, si se lo preguntases. Pero en este bar, a media noche, nadie se interesa por nadie. Ni por sus finos labios pintados de rojo ni por las arrugas de su rostro. Ni por la causa de que, de vez en cuando, mire por la ventana y sin ver nada, con la vista perdida, se le escape rodando una lágrima. No, no está borracha. Nunca bebe, sólo su copa de todas las noches, pero ya sabes que no la prueba. De vez en cuando tararea. Eso sí. Y alguna canción perdida, como ella. Si le preguntases te diría que alguna vez soñó que se enamoraban de su voz sin que ella se percatase. Si se lo preguntases. Pero ya te he dicho que en este bar, a

Dedicado a los de la primera fila.

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