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La insoportable levedad del querer.

Yo tenía una musa, y no era mayonesa. Al principio nos llevábamos bien, en los ratos libres. A veces le gritaba en silencio, muy alto y muy fuerte, hasta que me quedaba afónica. Pero era como si no lo hiciese en absoluto, ella venía de Marte y no me entendía lo más mínimo.
Un día vinieron unos pelícanos, de estos de las películas y se la llevaron. La ataron con miedos, fobias, recuerdos y cosas y no la volví a ver. Dejó una habitación vacía y desordenada, en el suelo había sustancias viscosas que se te pegaban a los pies, así que yo nunca entraba. A veces la gente me preguntaba por ella y tenía que luchar con la viscosidad para buscarles un recuerdo. Pero día a día las sombras y la mugre se los comían. Pronto no quedó ninguno y me olvidé de la musa.

Más tarde me contaron que me confundió con un puente, que se dejó llevar lejos porque le asustaron los pretiles.

Comentarios

  1. Qué... ¿Bonito? ¿Es adecuado el calificativo bonito? No lo tengo demasiado claro xD

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  2. No he entendido nada, pero me gusta el título xD Rollo Milán Kundera?

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